Ingredientes:
- Helado de vainilla (bolas o bolas)
- Copos de maíz o galletas trituradas (como galletas Graham)
- Mezcla de azúcar y canela (opcional)
- 1-2 huevos, batidos
- Aceite para freír (el aceite vegetal funciona bien)
- Ingredientes adicionales (jarabe de chocolate, miel, crema batida, etc., opcional)
Instrucciones:
Prepara las bolas de helado: Usa una cuchara para helado para formar bolas de helado de vainilla. También puedes preformar las bolas de helado y congelarlas en una bandeja para hornear durante unos 30 minutos para que se endurezcan.
Cubre las bolas de helado: Enrolla cada bola de helado en copos de maíz o galletas trituradas hasta que estén completamente cubiertas. Si lo deseas, espolvoréalas con una mezcla de canela y azúcar para darles un sabor extra.
Congela las bolas de helado cubiertas: Coloca las bolas de helado cubiertas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y congélalas durante al menos 2 horas o hasta que estén muy firmes.
Sumerge las bolas de helado cubiertas: Una vez que las bolas de helado estén congeladas, sumérgelas en huevo batido, asegurándote de que estén completamente cubiertas.
Dobla la capa (opcional): Para obtener un recubrimiento extra crujiente, puedes repetir el proceso de sumergir las bolas de helado en huevo y luego enrollarlas en copos de maíz o galletas trituradas.
Congela nuevamente: Coloca las bolas de helado de doble capa nuevamente en el congelador durante otras 2 horas o hasta que estén muy firmes.
Calienta el aceite: En una freidora profunda o una olla grande, calienta el aceite a 350°F (175°C).
Fríe las bolas de helado: Baja cuidadosamente las bolas de helado cubiertas en el aceite caliente usando una espumadera o cesta para freír. Fríelas durante unos 15-30 segundos, o hasta que estén doradas. Ten cuidado de no freírlas demasiado, o el helado se derretirá.
Escurre y sirve: Una vez que las bolas de helado estén doradas, retíralas del aceite y escúrrelas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Sirve inmediatamente con tus ingredientes adicionales favoritos, como jarabe de chocolate, miel, crema batida o frutas frescas.
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